Con el fin de ampliar el vocabulario emocional, conectamos con nuestro interior y aprendemos a relacionarnos teniendo en cuenta nuestro estado en el momento presente. Todo esto lo hacemos a través de juegos, con música, manualidades y diferentes recursos muy visuales que ayudan en este proceso de adaptación. Vamos cosechando, poco a poco, la habilidad de la atención y concentración lo cual ayuda a prepararnos para poder, en un futuro, practicar una meditación más formal. Los ejercicios de Yoga se hacen a través de cuentos que nos llevan a diferentes posturas, acabando la clase con una relajación ya sea a través de Mandalas o, cuando ellos lo necesitan, más tumbados y de una forma más guiada.
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