Qué es el Yoga para niños y cuáles son sus beneficios

Qué es el Yoga para niños y cuáles son sus beneficios

¿Qué es el Yoga?

Yoga significa unidad, unidad de nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu o corazón, unidad con los demás y con todo lo que nos rodea.

El Yoga es mucho más que un ejercicio físico y utiliza nuestro cuerpo para tomar conciencia de todo lo que pasa en su interior.

El Yoga promueve la salud física y la vitalidad, y en el entorno infantil se convierte en una actividad saludable y divertida.

¿Por qué es bueno que los más peques practiquen el Yoga?

En general,  el Yoga, estimula y desarrolla:

  • la coordinación
  • la calma emocional
  • la conciencia
  • la flexibilidad
  • la seguridad en uno mismo
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Yoga fusiona el cuerpo y la mente, dando a los niños una visión clara de su fuerza, flexibilidad y bienestar.

El yoga fomenta la no-competitividad, en su lugar ayuda a ver la belleza dentro de cada uno, lo que fomenta la seguridad en uno mismo y la autoconfianza, ayudando a los niños a sentirse cómodos dentro de su cuerpo y consigo mismos.

Yoga es una práctica que ayuda a superar el estrés dando herramientas para que pueda reconocer el estrés cuando se presenta y las utilice para combatirlo y hacerlo desaparecer.

Muchos estudiantes sufren de ansiedad a la hora de presentar un proyecto en clase o durante los exámenes.  Yoga ayuda a disminuir el estrés que sufren en situaciones como estas o similares.

Beneficios del Yoga en los peques

  • Ayuda a que los niños/as tomen conciencia y aprecien los diferentes niveles que existen dentro de si mismos, al mismo tiempo que les enseña como mantenerse saludables desde el interior (física y emocionalmente)
  • Equilibra el ciclo de crecimiento y ayuda a eliminar las molestias, especialmente en periodos de crecimiento rápido, cuando el hueso tiende a crecer más rápido que el músculo.
  • Ayuda a alinear e incluso a dar forma al desarrollo de los huesos y los músculos del cuerpo, promoviendo una óptima alineación creando patrones de movimientos musculares saludables.
  • Reduce el riesgo de lesiones y ayuda en los deportes
  • Promueve la auto-disciplina y enseña la auto-relajación, ayudando con el sueño
  • Ayuda a encontrar un equilibrio entre alta y baja energía ayudando a encontrar un punto medio
  • Aumenta la capacidad de enfocarse y concentrarse calmando la mente
  • Fomenta la confianza en uno mismo, el respeto personal, el amor propio, la autoestima, la esperanza y la confianza.
  • Ayuda a liberar las emociones almacenadas
  • Promueve la comunidad y conexión en el aula
  • Fomenta la determinación, la perseverancia y el compromiso.
  • Promueve la comunicación positiva y la interacción social

Algunos de los componentes del Yoga:

Yama & Niyama, son básicamente los principios con los que guiamos nuestra vida.  Cómo nos tratamos a nosotros mismos y a los demás.  En mis clases de Yoga trabajamos la inteligencia emocional para comenzar a cultivar el autoconocimiento y la empatía.

Las Asanas, son los ejercicios físicos con las posturas y Saludos al Sol.  Es con las Asanas con las que tomamos conciencia de nuestro cuerpo y lo que necesita.

Pranayama es la la práctica forma de la regulación de la respiración, que es la fuente de nuestra energía (Prana), o fuerza vital.

Pratyahara  es básicamente el acto de calmar los sentidos.  Es la sustitución de todos esos estímulos (TV, radio, vida social, extraescolares, teléfonos, tablets…) a los que estamos expuestos hoy en día y traer momentos de paz, silencio y recogimiento.

Dharana es la capacidad de la mente para concentrarse en un solo punto, objeto o tarea.  Es la atención, concentración que ayuda a evitar la dispersión.

Dhyana es un estado de meditación y éste surge de la concentración.

Todos estos componentes se trabajan de diferentes maneras con alumnos de diferentes edades, ampliando y formalizando la práctica dependiendo en dónde se encuentre el alumno.

Pero como yo soy de las personas que opinan que una imagen vale más que mil palabras y, además, pienso que no hay nadie como los niños para poder conectar desde el corazón y transmitir desde el interior, aquí os dejo unos videos en los que ellos explican qué es para ellos el Yoga y por qué lo practican:

Mandalas: una práctica de relajación y meditación ideal para niños.

Mandalas: una práctica de relajación y meditación ideal para niños.

Viernes, 12 de abril de 2019

Bueno, por fin llegaron las vacaciones. Este trimestre se nos ha hecho largo a todos: niños y adultos. Me encanta tener a los niños en casa porque, para mi, es una forma de volver a recuperar nuestro centro, nuestra conexión. Pero no nos vamos a engañar, también ocurre que estando tantas horas juntos, a veces se hace difícil mantener la armonía.

Otra cosa que ocurre en vacaciones es que o bien nos vamos de viaje o bien salimos más de lo habitual y eso hace que ellos puedan aburrirse más, dado que no siempre los adultos tenemos la opción de hacer lo que a ellos más les gustaría o necesitan. Las comidas fuera de casa con familiares o amigos, en donde hay tantos niños enganchados a «las pantallas» porque no tienen otro entretenimiento es algo que podemos ver de forma habitual cuando salimos a la calle. O el caso de entrar en un sitio y ver una pantalla enorme, mostrando imágenes o videos, a veces no muy apropiados para determinadas edades.

No nos falla nunca. A veces me sorprende que no se aburran de llevar siempre Mandalas. Es cierto que hay días que pintan más que otros pero muy rara vez hemos tenido que recurrir a «las pantallas» para que se entretengan fuera de casa.

Cuando salimos lo primero en lo que pienso es en lo que vamos a hacer y qué puedo hacer para mejorar la calidad de ese tiempo que van a pasar mis hijos supeditados a los deseos de los adultos. Ojo! Con esto no estoy criticando que hagamos cosas que deseemos los adultos. Bill y yo no tenemos ayuda con los niños. Quizás de vez en cuando salimos un rato solos mientras se quedan con una amiga, pero eso puede que ocurra una vez cada 4 o 6 meses. Entonces, para nosotros es importante que, aunque estemos todos juntos, Bill y yo podamos tener un momento de conexión. Y lo cierto es que se puede conseguir.

Aroa busca sus propios momentos de paz. A veces me la encuentro así. Con uno de «mis»cuadernos de Mandala.

Desde hace muchos años que uso una maravillosa herramienta que funciona muy bien con mis hijos. Cuando Unai era más pequeñito, al ser un niño más nervioso y movido y con una gran necesidad de atención, nos era muy difícil encontrar algo con lo que él pudiera encontrar su silencio interior, concentrándose y en paz. Pero empezamos a usar Mandalas en casa y todo cambió. A Unai, de pequeño no le gustaba pintar ni colorear pero con los Mandalas fue una conexión que fue ganando poco a poco. Al cabo de un año más o menos, ponías un Mandala delante de Unai y se concentraba al instante, coloreando con una tranquilidad y paciencia que no tenía para casi nada más. Tendría unos 4 años por aquel entonces. Hoy en día, una de las maneras en las que él encuentra su momento de silencio es coloreando. No le gusta pintar pero si le gusta colorear tanto Mandalas como otro tipo de dibujos que usamos con afirmaciones positivas.

Gracias a esta práctica, Bill y yo tenemos momentos para mirarnos a los ojos y conectar en pareja.

Para nuestra familia los Mandalas son otra de las herramientas que usamos con regularidad. Cuando vamos a salir, nunca lo hacemos sin Mandalas y pinturas. Parecerá increíble pero cuando vamos a un restaurante (generalmente siempre vamos donde nos conocen y saben de nuestras aficiones ;)) están los tres entretenidos y es un tiempo de calidad que Bill y yo aprovechamos para «arreglar el mundo, jjj.»

En mis clases de yoga usamos Mandalas como momento de relajación. Es un momento que ellos, mientras ellos se relajan, yo aprovecho para darles masajes. Ponen su nombre en su Mandala y cada semana pueden seguir coloreando un poquito. Cuando los terminan, se los llevan a casa donde los usarán con otra finalidad. No importa cómo los coloreen, lo importante es que lo hagan de forma presente, sin correr, ni para terminarlos y llevárselos a casa. Es como un ejercicio de meditación.

Es posible que estéis pensando cuál es la edad para empezar a pintar Mandalas. Bien, no hay edad. Aroa vio su primer Mandala en cuanto pudo sentarse en nuestras piernas. Al principio, bueno, os imagináis que pintaba «garabatos» pero creció viendo la rutina de hacerlos y poco a poco, ella solita encontró su conexión con ellos.

Qué es un Mandala? Bien, hay bastante confusión hoy en día al respecto. Aquí podeis encontrar información. Algo que sí os puedo decir es que un Mandala es abstracto, si hay una figura como animales, personajes de Navidad….deja de ser un Mandala. Por qué? Cuando ponemos en un Mandala una figura reconocible dejamos de ser creativos y coloreamos acorde con las normas culturales, con cómo nos han enseñado que esas figuras son.

En este video que veis aqui, muestro un poco cómo hacemos los Mandalas en casa:

No solemos ponernos tan ceremoniosos cuando hacemos esta actividad/meditación pero hoy quería grabarlo de forma que fuera más claro el procedimiento para los que comencéis con la práctica. El video, cortesía de Unai y siempre con música de mi gran amiga Cynthia Zak.
La música que ponemos siempre es o sin letra, o con mantras. Para que el foco de atención sea el ejercicio y no haya distracciones. Música que ayude a la atención y concentración.
Eneko quiso mostrar su ejercicio y, si escuchamos a los niños, es asombroso su interpretación e intención en este Mandala. El representó su versión del Yin y Yang. Oscuridad & luz.

PASOS PARA INTRODUCIR LA PRÁCTICA DE LOS MANDALAS:

Siempre intento que el entorno sea el adecuado. Que todo ayude a la práctica.

1.- Encontrar un libro o cuaderno de un tamaño más o menos acorde a la edad del peque.

2.- Enseñarle tres Mandalas en un espacio libre de distracciones y en ambiente de calma.

3.- Darle unas tres respiraciones conscientes para que pueda elegir el que más le llame la atención.

4.- Una vez que haya escogido, que se tome su tiempo para colorearlo poco a poco, sin prisa y escogiendo los colores con atención plena.

5.- Poner una música que invite a la calma y concentración.

6.- Que sea el niño el que decida cuánto tiempo quiere dedicarle a esta actividad.

7.- Cuando sea que termine el Mandala, recortar el círculo y colgarlo en una pared, a la vista de todos y, cuando paséis por esa pared, mirar el Mandala y respirar 3 respiraciones conscientes.

Es cierto que hay niños a los que no les atrae mucho colorear o pintar. Esto es como cuando muchos adultos dicen que no tienen tiempo para meditar. Esos son los que más se pueden beneficiar de la práctica. Lo digo con todo mi cariño. Con Unai, al principio no fue fácil. Pero entonces, lo que hacía al principio es que empezó como una práctica en familia. El adulto modela. Poco a poco, de forma natural y orgánica, van encontrando ese silencio interno que les ayuda a conectar con la práctica. Dar tiempo, ser constantes es para mi la clave. Como en cualquier otra práctica, el cerebro necesita de un tiempo para que el aprendizaje vaya asentándose y para que la conexión sináptica se haga más fuerte.

Os animo a que lo probéis estas vacaciones. Y si ya sois adictos a esta práctica, me encantaría escuchar vuestra experiencia y lugares en que la practicáis. No dudéis en dejarme un mensaje. Cualquier duda o consulta, estoy a vuestra disposición.

Feliz descanso y conexión en familia.

Y yo, a desconectar de la redes para conectar en familia.

Creciendo, con ayuda

Viernes, 15 de febrero 2019

Me acerco a mi blog para publicar el que será mi primer post.  He de admitir que, a pesar de haber iniciado mi página hace unos meses, sentarme a escribir es lo que más me estaba costando.  No sé si os ha pasado a vosotros pero yo, aunque creo que tengo mucho que decir y aportar, me siento un tanto vulnerable y con cierta reserva de compartir lo que siento y pienso.  Siempre me ha gustado escribir y, de hecho, siempre he escrito desde que tengo uso de razón.  Aún conservo algunos de los diarios que, desde muy pequeña, escribí.  Pero, de ahí a compartir con otras personas lo que pasa por dentro me da una sensación de exposición que asusta un poco.

Sin embargo, este es el año en el que he decidido afrontar los retos más difíciles para mi, y este era uno de ellos.  Afortunadamente, tengo motivos muy bonitos para sentarme a escribir y compartir con vosotros, si os apetece, algunas de mis experiencias, herramientas y pensamientos.

Hoy, en concreto, vengo a compartiros un regalito que me llegó ayer de parte de mi compañera y amiga Coral Selfa.  Podeis encontrar su magnífico trabajo en www.mindalamindful.com 

Cualquiera que asiste a mis clases o lleva a sus hijos a mis clases, sabe bien lo mucho que me gusta tener «juguetes» como herramientas de acercamiento a los niñ@s y enseñar desde donde ell@s estén más cómod@s para recibir.  Y ayer me llegó una bonita «muñeca» Mindful para poder presentarsela a mis yogis. Cuando la vio mi hija Aroa se encariñó con ella rápidamente.

A mi hijo Eneko le llamó mucho la atención que YOMI (ese es su nombre) no tuviera boca.  Lo que creo, es un detalle muy bonito porque da lugar a abrir conversación.  Anoche hablamos de que a veces es bueno desconectar de los estímulos del exterior y conectar más con el interior que es lo que más nos va a ayudar a conocernos.

Coral explica que YOMI «acoge todas las emociones y que los niños no tienen que tener miedo a expresar cómo se sienten.»  Esto, a mi personalmente me parece muy importante, porque vivimos en una sociedad donde buscamos la felicidad, una emoción que se considera muy positiva, al mismo tiempo que huimos de la tristeza, por ejemplo, una emoción que se considera negativa.  Sin darnos cuenta de que todas las emociones, y también las negativas, cumplen una función muy importante en nuestra vida y que todas son igual de válidas.

Coral también me decía que también «hace un guiño a los niñ@s con autismo que tienen dificultad en entender las emociones.»

YOMI venía en una mochila de algodón natural y traía un folleto con ideas prácticas de cómo YOMI puede ayudar en casa y en clase en diferentes momentos.

yomi

Como suelo hacer con todas mis nuevas herramientas, primero la conoceremos en casa y veremos, con mis tres hijos, cómo presentarla en clase, pero he decir que nos ha gustado mucho.  Para los que os interese conocer a YOMI, en su página web podeis encontrarla.

En principio, os voy a dar un TIPS de cómo  yo voy a empezar a practicar con YOMI:

  • Cuando la vi, lo primero que pensé es que YOMI nos ayude a hablar de nuestras emociones. (Pronto os hablaré de otra herramienta que usamos en casa para hablar de las emociones).  Anoche, de hecho, ya nos ayudó a hablar de ellas.
  • Cuando hacemos nuestras respiraciones diarias, que ella nos recuerde y ayude a conectar con la paz interior.
  • YOMI nos ayudará a respetar el turno de palabra en las «reuniones familiares.» El que tenga a YOMI habla y los demás esperamos nuestro turno mientras escuchamos y respiramos conscientemente.
Creciendo presente nombre

Gracias Coral por este bonito detalle y por todo el trabajo que haces compartiendo tu experiencia y conocimientos con tanta gente.  Sigo      .